Nadie puede hacerte sentir molesto. Lo que otras personas digan o hagan es asunto de ellos. Cualquiera que sea tu reacción a su comentario o acción, eso es asunto tuyo. Nadie puede hacerte enojar, solo tú tienes ese poder. Alguien puede decir algo ofensivo, estúpido o cruel, pero nadie puede hacerte sentir molesto; esa es una elección. Siempre vale la pena recordar esto. No deberías ceder tu poder sobre ti mismo. No deberías dejar que otros te provoquen. No deberías permitir que te inciten. Pero, sobre todo, no puedes culparles si eso sucede. Porque tú te controlas a ti mismo, nadie más.