Este mensaje (que cocinar es demasiado caro, requiere mucho tiempo o está anticuado) se va a impulsar cada vez más en los próximos años. Quieren hacer que la cocina parezca que no vale la pena. Como si fuera inconveniente, demasiado caro o incluso "no masculino". ¿Por qué? Porque beneficia a un sistema que quiere que la clase trabajadora viva en apartamentos más pequeños, con menos tiempo, más trabajos y más dependencia. La clase baja ya está allí (gente que tiene dos trabajos, sin tiempo ni energía para cocinar). El siguiente paso es hacer que el resto de nosotros también nos demos por vencidos. Si cocinar se vuelve "anticuado" o "ineficiente", se benefician a través de aplicaciones de entrega de alimentos, comida para llevar ultraprocesada e incluso futuras viviendas donde las personas alquilan microapartamentos con cocinas compartidas. Cocinar no se trata solo de comida. Se trata de control, independencia, salud y tradición. No dejes que te convenzan de renunciar a eso.