Las consecuencias de no contratar a un entrenador personal de (entrenamiento de fuerza) para ahorrar dinero: 1. No saber cuáles son tus debilidades, lo que impide realizar un entrenamiento específico para corregirlas. Se pierde mucho tiempo haciendo entrenamientos ineficaces. 2. Debido a la incorrecta ejecución de los movimientos, no se conoce el límite del riesgo, se actúa de manera imprudente, lo que puede llevar a lesiones y causar interrupciones en el entrenamiento durante semanas, meses, o incluso a abandonar por completo. Luego, se dice a los demás que el entrenamiento de fuerza es muy peligroso y propenso a lesiones. 3. No se puede descubrir el potencial personal de manera específica. Al final, se queda estancado en un punto óptimo local, sin poder avanzar ni progresar durante años. Si una persona no se mantiene abierta y no aprende de expertos externos, nunca se dará cuenta de cuán ignorante es. 4. Debido a la falta de inversión monetaria y supervisión de un entrenador personal, es muy fácil encontrar excusas para relajarse en sus propias exigencias y, poco a poco, descuidarse. 5. Al no poder aumentar el peso de manera continua bajo la guía de un entrenador y no cambiar a nuevos ejercicios, el cerebro comienza a volverse insensible al entrenamiento, y la secreción de hormonas de crecimiento y otros neurotransmisores beneficiosos para el cuerpo también disminuye gradualmente. El efecto del entrenamiento en el cerebro se debilita. El entrenamiento de fuerza bajo la guía de un entrenador es un milagro para el cerebro y el antienvejecimiento, superando a todos los medicamentos; quien lo practica lo sabe.
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