Ethereum, ahora la segunda criptomoneda más grande con una capitalización de mercado de $430 mil millones, podría no haber existido si no fuera por un momento frustrante en un videojuego. Vitalik Buterin, el creador de Ethereum, dice que la idea para la plataforma surgió después de que dejó de jugar World of Warcraft. En una publicación en su blog, Buterin compartió que Blizzard nerfeó su hechizo favorito de Warlock, "Siphon Life", lo que lo molestó tanto que lloró hasta quedarse dormido y luego decidió alejarse del juego por completo. Esa experiencia despertó su conciencia sobre los riesgos de las plataformas centralizadas. A partir de ahí, Buterin se sumergió en el mundo de las criptomonedas, primero escribiendo para medios enfocados en Bitcoin y cofundando Bitcoin Magazine. Eventualmente abandonó la universidad después de recibir una subvención de $100,000 de la Fundación Thiel y comenzó a desarrollar lo que se convertiría en Ethereum. Buterin estaba frustrado con las limitaciones de los proyectos cripto existentes. Quería una plataforma que fuera más flexible y agnóstica a las aplicaciones. Eso llevó al lanzamiento de Ethereum el 30 de julio de 2015. Casi una década después, Ethereum impulsa miles de aplicaciones descentralizadas y fue central en el auge de los NFTs. Es un recordatorio de que pequeños momentos—como una actualización de juego—pueden inspirar ideas que transforman industrias enteras.