¿Por qué algunas personas pueden resolver las cosas de manera ordenada y tranquila, mientras que tú estás muy ansioso, muy ansioso, y te equivocas fácilmente? Porque temes mucho al conflicto, y tu única esperanza respecto a este conflicto es: quiero pasar rápido por esto, quiero superarlo rápido, quiero escapar de él rápidamente. Así que cuando estás ansioso, en realidad no estás prestando atención a la situación, sino que estás atrapado en ese miedo de "se acabó, se acabó" y en la emoción de miedo al conflicto. ¿Y por qué tenemos tanto miedo? Detrás del conflicto a menudo hay dos razones. La primera es que tu deseo de control sobre el mundo es más fuerte que el de los demás; lo que para otros es una pequeña parte de descontrol, para ti es muy grande, y tienes mucho miedo, por lo que quieres escapar. Esto a menudo proviene de tu infancia, donde tu entorno de crecimiento no permitía el descontrol. Si había un pequeño problema en tu familia, tus padres se volvían muy inestables. O si cometías un pequeño error, ellos reaccionaban de manera desproporcionada. Esto te lleva a ser mucho más sensible a cualquier inestabilidad que los demás, y entras en un estado de gran ansiedad y pánico. La segunda razón es que tu nivel de confianza en ti mismo es muy bajo; las personas que pueden resolver las cosas de manera estable y lenta, en realidad creen que pueden hacerlo, por lo que pueden resolverlo poco a poco. En cambio, tu pensamiento es: "se acabó, se acabó, este problema es demasiado grande, parece que voy a romperme, parece que se avecina una gran catástrofe". No confías en ti mismo para manejar este problema, y esto a menudo proviene de la falta de confianza que otros han tenido en ti en el pasado. Incluso si haces las cosas muy bien, la reacción que recibes sigue siendo insuficiente, sigue siendo negativa. Así que cuando haces algo, te preocupa más que confiar en ti mismo. En resumen, la ansiedad proviene de que no te aceptas a ti mismo y de que no aceptas este mundo descontrolado. ¿Qué hacer en este momento? Uno de los puntos más importantes es que debemos ejercitar nuestra capacidad de permanecer en el conflicto. Es decir, quedarme un momento en esta emoción, pensar en lo que realmente podría suceder. Este proceso es como despejar las nubes para ver el mundo real, pero siempre lo saltas porque ya has actuado de inmediato. Así que prepárate para la próxima vez que surja un problema o cuando estés ansioso, primero dile a ti mismo que te detengas un momento, solo un minuto, solo dos minutos. Luego te darás cuenta de que después de un minuto o dos, la sensación de estrés de tu infancia ya se ha disipado. En ese momento, vuelve a mirar con tus ojos y siente con tu corazón qué tipo de problema es; ese es el momento en que serás más eficiente.
17,48K