Muchas veces, la ansiedad y la confusión en la vida provienen de tener expectativas demasiado altas sobre uno mismo. Una vez que no se cumplen esas expectativas, se siente decepción, frustración y ansiedad. En realidad, no necesitamos tener expectativas tan altas sobre la vida: avancemos paso a paso y hablemos del siguiente paso sin tener un objetivo muy elevado colgando ahí. Aún no ha sucedido nada y ya estamos en un estado de agotamiento extremo; nunca debemos pensar en lo que sucederá dentro de dos horas o a ocho kilómetros de distancia, no debemos ser ambiciosos en exceso ni establecer metas poco realistas. Las personas comunes simplemente vivimos una vida estable, ampliando nuestro mundo espiritual, siempre que estemos mejorando poco a poco. No debemos negarnos demasiado a nosotros mismos, no debemos aceptar la negación que el mundo tiene hacia nosotros, y mucho menos auto-negarnos. Cuando somos jóvenes, a menudo, debido a las experiencias de la vida y los cambios en nuestro crecimiento, nos encontramos en un estado de contradicción, deseando tener éxito pero sintiéndonos inseguros y temerosos del fracaso. Al ampliar nuestra visión a través de la lectura, mejorar nuestra sabiduría y enriquecer nuestro conocimiento, realmente podemos reducir este agotamiento interno.
7,42K