Un verdadero maestro de la autodisciplina, nunca contra la naturaleza humana. La fuerza de voluntad es un consumible, pero la dopamina es una máquina de movimiento perpetuo. Cuando vincula los hábitos al placer instantáneo, como la sensación de marcar una pequeña meta de inmediato, su cerebro estará ansioso por actuar como si estuviera ansioso por ver un video corto. Al igual que en el momento en que estás más emocionado por ganar monedas de oro en un juego, deja que la acción en sí se convierta en un cebo de dopamina, en lugar de confiar en los dientes apretados y la persistencia, el secreto es "diseñar deseos" y "recompensas instantáneas" para ti, y agregar un ritual que no puedas detener antes de acostumbrarte. Por ejemplo, escribe inmediatamente después de beber esta taza de café especial y celebra inmediatamente después de hacer cosas pequeñas, incluso si es solo un choque de cinco. Convierte la autodisciplina en una búsqueda de precisión de dopamina y serás tu propio diseñador de juegos.
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